lunes, 11 de octubre de 2010

Son un mal necesario

A lo largo de mis absurdos 21 años(o eran 17?), he podido ver claramente que hay ciertas verdades absolutas, en gran parte a raiz de conversaciones y experiencias relacionadas con mi autoproclamado hermano mayor. Aquí van algunas de ellas: -La perfección no existe, pero debe ser buscada. -Mi voto debería valer por dos. -¿Por qué hablar, pudiendo dar una ostia? -La casualidad no existe, tan sólo la ilusión de. -Siempre hay un motivo. -Los secretos son un mal necesario. En las dos últimas hay bastante atún. Pretendía explicar todos los motivos de la creación del blog, pero no soy muy capaz de ordenarlos y menos de que acaben con una forma decente para una entrada. Siempre hay un motivo, pero no tenemos por qué saberlo, ya sea por ignorancia, omisión, catástrofe natural, etc. Lo que me permite, o no, enlazar con el último punto en la lista de verdades absolutas, el que da el nombre al blog. No concibo una vida sin secretos, ni una vida en la que no me molesten éstos, sobretodo en tanto en cuanto están estrechamente relacionados con las mentiras, de las que soy un experto. Por uso, y por haber sido dañado directa y colateralmente por las mentiras de los demás. Una vida sin secretos sería como una cheeseburger sin queso. En fin, buen viaje y tal.