viernes, 2 de enero de 2015

Vergüenza

Tres cosas:

 -Si echo un vistazo rápido al blog, al menos hoy por hoy, lo primero que pienso es que no tengo vergüenza. He dejado constancia de demasiadas cosas por escrito. Debería haber pensado más antes de permitir la posibilidad de que terceras personas sufrieran por ello. Decir lo siento, no es suficiente.


 -No soy el único al que le ocurre, diría, pero sólo puedo hablar por mí. Creo que cuando alguien está solo durante cierto tiempo, se acostumbra a ese estado aun deseando compañía en muchos sentidos (lo sé, estoy descubriendo América). Cuando está rodeado de personas por fin, no sabe gestionar bien los actos y las emociones, e inevitablemente acaba sintiéndose tan solo como antes. Y en muchos casos, pues se acaba estando literalmente solo de nuevo, debido a la soledad primigenia.


 -Quiero pasarle la bola a otro, no tengo aguante. Me encantaría no reventar, y ser parte de la solución, pero lo veo jodido. Con un poco de suerte, lograré convencer a mis tíos de que ellos son los únicos cuerdos que quedan alrededor de mi hermana.