domingo, 24 de abril de 2011

Álvaro...

...Cano, Castro, García, García, Zapico, Piñán, De la Varga, Yugueros, Perez, Puente.

Son todos los apellidos en orden que ese gilipoyas de mi barrio conoce de sí mismo, y yo también me los sé. Me los dijo algunas veces, y ya ves, en ocho años no los he olvidado.

Podría ir a su casa, volver a mirarle a los ojos como cuando él era más alto que yo, y demostrarle quién es, a todas luces, mejor. Él, de nuevo. Pero cantarle todos sus apellidos, serían unos seis segundos de Cloroformo.

Esta vez, aunque su pecho y su cuello sean mucho más bonitos, crujirán primero.

Ah, Cano, lo tenías todo. Y una cucaracha como yo, de tu pasado más puro, de la auténtica calle, te lo roba. O más bien, lo succiona. Porque es lo que hacemos los parásitos.